Esta especie de araucaria forma un árbol grande con el tronco muy recto y las ramas ampliamente extendidas, que en ejemplares maduros adoptan forma de paraguas. Sus hojas son planas, espinosas y rígidas de hasta 6 m. de longitud.
CULTIVO: crecen en diversos tipos de suelos aunque prefieren uno profundo, bien drenado y a pleno sol.

Este árbol crece lentamente hasta alcanzar unos 36 m. que al madurar forma una copa simétrica y abovedada. De su grueso tronco emergen múltiples y largas ramas con hojas planas y espinosas de color verde oscuro, de unos 5 m. de largo. Los árboles adultos producen enormes piñas similares a ananás que pesan alrededor de 8 kg y cuyas semillas son comestibles.
CULTIVO: es ideal para grandes jardines de climas templados-cálidos, de suelos profundos y pleno sol.

Este árbol tiene una forma pulcra y piramidal de joven, con rígidas ramas ascendentes que se extienden con la edad formando un árbol ancho y aplanado de enormes ramas, llegando a medir 30 m. o más de altura en óptimas condiciones. El cultivar de nombre “glauca” ostenta ejemplares de follaje azulado.
CULTIVO: son coníferas longevas, no dan problemas y alcanzan un gran tamaño con la edad. Necesitan pleno sol y un suelo bien drenado y calizo.

El deodar (su nombre indio) es de rápido crecimiento en el inicio de su ciclo vital. Posee largas ramas principales colgantes y las menores son bastante pendulares. El follaje es oscuro de un ligero verde grisáceo con con agujas de unos 35 mm de largo sobre fuertes brotes.
CULTIVO: lo mejor para el deodar son los climas más templados y húmedos y un suelo profundo donde alcanza unos 9 m. en 10 años.

Esta especie puede crecer con rapidez, hasta 6-8 m. en 10 años y los ejemplares más antiguos llegan a medir 45 m. La corteza es gruesa y marrón con zurcos verticales rectos.
CULTIVO: son muy resistentes a las heladas y prefieren estar a pleno sol o sombra parcial en suelo profundo, fértil y húmedo, pero bien drenado. Le gusta el riego abundante.

Este ciprés de Leyland, representa un cruce entre Chamaecyparis nootkatensis y Cupressus macrocarpa. Forma árboles erguidos muy vigorosos, con un follaje verde oscuro o ligeramente grisáceo. En buena tierra puede alcanzar 9 o 10 m. en 10 años y el doble en 30.
CULTIVO: combina un rápido crecimiento con un resistencia media a las heladas y se adaptan bien a suelos mal drenados, pero no a climas áridos.

Forma un árbol de copa ancha con follaje denso verde grisáceo que tiene una textura suelta y espumosa.
CULTIVO: este ciprés crece vigorosamente en climas cálidos aunque tolera también las condiciones frías y secas.

Este árbol crece hasta convertirse en uno de los cipreses más grandes, alcanzando 36 m. de alto y un diámetro de 2,4 m. En un lugar abierto y con buena atierra se ramifica desde abajo con enormes ramas extendidas, formando una copa ancha y densa de un verde oscuro con una silueta más bien puntiaguda.
CULTIVO: crece mejor en climas frescos pero suaves con lluvia invernal y sólo tarda 10 años en formar un árbol denso de 9-12 m.

Este árbol alcanza por lo menos 24 m. de altura. Sus hojas, caducas y en forma de abanico o escudos, son de color verde mate y de 10 cm de longitud y se vuelven de un amarillo dorado impactante en otoño.
CULTIVO: es de climas templados, resiste la contaminación, no obstante, requiere protección de los vientos fuertes y se da mejor en suelo profundo y fértil.

Este árbol de crecimiento medianamente rápido crece hasta convertirse en un árbol extendido de hasta 24 m. de alto. Su erguido tronco tiene una corteza marrón rojiza agrietada, sus agujas son de un verde hierba brillante y sus piñas marrones y ovoides miden 20 cm. de largo.
CULTIVO: es adaptable a las sequías, prefieren un lugar abierto y soleado donde el suelo sea fértil y húmedo pero bien drenado.

Esta especie de crecimiento rápido alcanza hasta 24 m. y tiene forma piramidal. Sus hojas estrechas son de color verde oscuro y de hasta 10 cm de largo y tienen piñas de 15 cm.
CULTIVO: en general son muy resistentes al viento y prosperan en suelos de fertilidad media o baja. Requiere de un suelo bien drenado.

Es un árbol de talla media a elevada, de aproximadamente 45 metros de altura. La ventaja es que es una especie de crecimiento rápido, ya que puede alcanzar un diámetro de tronco de más de 50 cm en 20 años. Posee una copa piramidal en su juventud y aplanada o abovedada en su madurez, con ramas inferiores extendidas. - Es una especie adecuada como cortaviento.
CULTIVO: Resiste bien el viento, pero es muy sensible al frío y heladas. Prefiere climas suaves litorales con abundante humedad atmosférica. Prefiere suelos arenosos, ácidos y profundos. Se multiplica por semillas.

Esta especie puede alcanzar 24 m. de altura y tiene una copa aplanada sobre un tronco recto, con la corteza gris claro azucarada. Las rígidas agujas miden 10-20 cm. de largo y son verde claro. Las piñas son globosas, marrones y brillantes.
CULTIVO: una vez establecido, soporta la mayor parte de las condiciones, incluida la sequía y el calor.

Este árbol de crecimiento rápido alcanza una altura de 36 m. en estado natural y 24 m. en cultivo. Se distingue por su corteza fibrosa marrón rojiza profundamente agrietada. Tiene minúsculas hojas delgadas y apuntadas verde claro que adoptan un rojo herrumbroso en otoño y un marrón dorado antes de caer.
CULTIVO: prospera en suelos pantanosos a pleno sol y crecen incluso en agua poco profunda. No obstante, crecen igual de bien en suelo normal bien drenado bastante profundo y húmedo.

Árbol pequeño de crecimiento lento, de 15 a 20 m de altura (excepcionalmente 30 m de altura y 2 m de diámetro en ejemplares viejos). La forma del follaje es en chatas escamas de 2 a 4 mm de longitud. Los conos tienen 15 a 25 mm de largo, son verdes y al madurar pardos. Las semillas tienen de 4 a 6 mm de longitud y no tienen alas.
CULTIVO: son plantas que se adapta a todo tipo de suelos, incluso calizos, siempre que no se encharquen. Se colocan en emplazamientos a pleno sol, aunque en climas meridionales van mejor a media sombra. Tolera bien los inviernos muy fríos. Muy utilizada como planta de jardín, formando setos o como barreras cortavientos.